En esta página puede obtener un análisis detallado de una palabra o frase, producido utilizando la mejor tecnología de inteligencia artificial hasta la fecha:
El guacamayo escarlata[3][4][5], guacamayo macao o guacamayo bandera (Ara macao) es una especie de ave psitaciforme perteneciente a la familia de los psitácidos y ave nacional de la República de Honduras. Además, es una de las nueve especies existentes del género Ara, del cual es una de las de mayor tamaño, pues llega a alcanzar 90,7 cm de longitud y 1 kg de peso. Se distingue por su plumaje de colores vivos, que es principalmente rojo escarlata, complementado con algunas plumas azules y amarillas con verde que inician desde las alas hasta su cola. Habita a lo largo de un amplio rango de distribución que abarca desde el sureste de México hasta las selvas pedemontanas del departamento de Cochabamba en el centro de Bolivia, en bosques húmedos tropicales cercanos a grandes corrientes de agua, a altitudes que van desde el nivel del mar hasta los 1000 m s. n. m.. Se reconocen dos subespecies: A. m. macao (guacamayo rojo sudamericano) y A. m. cyanoptera (guacamayo rojo centroamericano o lapa roja).
Es una especie de hábitos diurnos y muy social, que puede llegar a formar bandadas de varias decenas de miembros, los cuales se reúnen para buscar alimento, acicalarse, protegerse mutuamente y dormir juntos. Los miembros dominantes del grupo suelen ser los machos adultos en edad de reproducción. Se comunican principalmente a través de la vocalización, con graznidos fuertes y graves. Es una especie endogámica que empieza a reproducirse a los cuatro años de edad, poniendo entre uno y cuatro huevos cada temporada de reproducción, la cual abarca de noviembre a mayo. Su dieta se compone predominantemente de semillas, aunque también consume frutas, néctar, insectos o las flores, las hojas y el tallo de ciertas plantas. Además, la complementan con minerales que contrarrestan algunas toxinas presentes en sus alimentos, que para ellos son difíciles de digerir y para los humanos llegan a ser tóxicas.
En algunas regiones su supervivencia está amenazada, considerando su gran rango de distribución, la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) la clasifica según su estado de conservación como especie bajo preocupación menor. Por otro lado, la especie está listada en el Apéndice I del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES). Muchos países también cuentan con leyes y organizaciones propias que protegen esta especie, y que buscan revertir su desaparición en muchas regiones de su área de distribución original a causa del ser humano, a través de re-introducciones con ejemplares criados en cautividad.
Su relación con el ser humano es tan añeja como el surgimiento de las primeras civilizaciones precolombinas. Las civilizaciones maya y azteca la vinculaban fuertemente con la religión, al relacionarla con las deidades del fuego y el sol. Esto lo plasmaron en numerosos elementos artísticos como estelas, piezas de cerámica y murales, además de que sus plumas eran muy apreciadas para elaborar adornos y producir obras de arte plumario. En épocas más recientes, el interés en esta ave ha crecido para tenerla en cautiverio, por lo que ha llegado a ser una de las aves más comunes en el mundo para este propósito. Se le aprecia como mascota o para su exhibición en zoológicos y parques de entretenimiento. Esta popularidad ha surgido por su atractivo plumaje y por su capacidad para aprender trucos e imitar palabras, dado que es un ave muy inteligente. Como símbolo cultural, fue elegida por la República de Honduras como su ave nacional, y también como la mascota de la Copa América 2007 celebrada ese año en Venezuela.